¡DISFRUTA DEL BLOG!

¡DISFRUTA DEL BLOG!
¡DISFRUTA DEL BLOG!

martes, 17 de junio de 2014

La ciudad que nunca duerme.

Los tokiotas tienen un motivo de queja principal: en la ciudad hay demasiada gente. Durante las horas punta, así como en las principales atracciones turísticas en los días festivos, puede decirse que la seguridad ciudadana ha dado pie a un ambiente en el que, cuando los empujones arrecian, muchos viajeros no dudan en responder de igual modo. Y las mujeres de mediana edad, o incluso las ancianas, son las más agresivas, hartas, quizás, de tanta represión. En Occidente, este tipo de comportamiento pudiera desencadenar reacciones violentas, pero, curiosamente, es quizás la ausencia de inseguridad ciudadana lo que en Tokio permite el despliegue de tan malos modales.
La masificación también hace que muchos tokiotas, en ocasiones, parezcan egocéntricos. La multitud arrolladora no duda en pisar a un vagabundo sin detenerse a pensar si está vivo o muerto. De hecho, no falta quien afirma que, exceptuando a la familia y a las amistades cercanas, la mayoría de los tokiotas no muestra la más mínima preocupación por el resto de la humanidad.
Y aún así, el índice de criminalidad es mínimo. Tokio es aún uno de los pocos lugares del mundo en los que un trabajador borracho podría desplomarse en la calle y despertarse más tarde sin que nadie le haya robado: por lo general, salvo las bicicletas, los miembros de una misma tribu no se roban entre sí. Los templos y los santuarios permanecen abiertos día y noche sin sufrir el más mínimo incidente, y los únicos lugares donde pueden verse grafittis son aquellos en los que merodean los jóvenes occidentales.
Sin embargo, los homicidios y los atracos van en aumento, y las violaciones son cada vez más frecuentes, sobre todo en verano, época en que las puertas y ventanas se dejan abiertas. No obstante, las estadísticas son poco fiables, ya que no suelen denunciarse los abusos cometidos contra las mujeres. Los recién llegados acusan el ruido, sobre todo en las zonas comerciales y en las estaciones: los sonidos, luchan por captar la atención del ciudadano, y la única manera de mantener la cordura es imitar a los nativos: desconectando del entorno.

Las festividades más importantes de Japón

Japón es un país que hoy en día todavía conserva la mayoría de sus festividades y ceremonias tradicionales, conocidas como matsuri. Las dos celebraciones nacionales más importantes son el Año Nuevo (de origen sintoísta) y la Fiesta de los Muertos (de origen budista).

Durante el Año Nuevo (Oshogatsu), casi todos los establecimientos permanecen cerrados. Es una tradición muy arraigada en la cultura nipona ir la noche del 31 de Diciembre o los días posteriores a un templo o santuario para pedir los deseos de año nuevo. Los templos suelen colmarse de puestos de comida y de recreativos ambulantes, creando un ambiente de feria muy agradable. Esta primera visita del año al templo recibe el nombre de Hatsumode.

La fiesta de los Muertos (Obon) es una celebración budista. Se celebra a mediados de agosto y dura tres días. El primero, se invita a los familiares fallecidos a regresar a casa, haciendo un fuego para iluminar su camino. El segundo día se prepara un gran banquete, convidando a los fallecidos al altar, y el tercer día se les invita a marcharse con el sonido de una campana. Este último día, muchas personas suelen dejar sus lámparas o barcos con velas en un río o en el mar, simbolizando el camino de vuelta de los fallecidos.

 

Los japoneses cuentan además con una serie de festivos en honor a la naturaleza o a las estaciones del año, lo que demuestra su sumo respeto por lo natural. Otras celebraciones nacionales importantes son el 15 de enero, día de la mayoría de edad, donde se celebran fiestas en honor a aquellos que ya han alcanzado los 20 años. El 5 de mayo es el día del niño, y en los jardines de los hogares se alzan grandes carpas hechas de papel o tela, y el 15 de septiembre el día del anciano.

Estas son, pues algunas de las fiestas tradicionales más importantes en este país. Hay otros muchos festivales que también merecen ser nombrados, como por ejemplo el hanami de los sakura, florecimiento de la bella flor del cerezo japonés, o el Hinamatsuri (fiesta de las muñecas) celebrado el 3 de marzo. Un día en el que las famiias rezan por la felicidad y la prosperidad de sus hijas, y éstas salen a la calle vistiendo sus mejores kimonos.

jueves, 12 de junio de 2014

Cocinando Tekka maki.

Japón cuenta, sin duda, con una rica y variada gastronomía. La cultura occidental ha adoptado el sushi, más concretamente el afán de los japoneses por comer crudo (en este caso el pescado), como estandarte de la exportación de la gastronomía japonesa al resto del mundo. No es de extrañar que, al ser preguntado sobre comida japonesa, el sushi sea la primera imagen que se nos venga a la mente.
Es por esto que hoy dedicaré esta entrada a la preparación de los denominados tekka maki
Los tekka maki son rollitos de arroz envueltos en una hoja de alga nori que se preparan fácilmente con la esterilla de bambú tradicional de sushi, denominada makisu. Sólo hace falta un poco de práctica para conseguir magníficos resultados con el menor esfuerzo. Además, para paladares poco amigos de lo picante se podrá prescindir del típico wasabi.

                photo-4-1
Ingredientes (para 6 personas)
6 Hojas de nori
300 gramos de arroz
100 gramos de lomo de atún (o la variedad de pescado que queramos. También podemos hacer tekka maki con verduras e incluso frutas)
Procedimiento para elaborar un surtido de tekka maki

1- Colocar media hoja de nori sobre la esterilla de bambú y extender una capa de arroz, previamente hervido, de un centímetro de grosor, dejando libre uno de los extremos de la hoja de nori. Colocar un poquito de wasabi, formando una tira transversal en el centro de la hoja.
2- Cortar el atún en seis tiras de una longitud similar al ancho de la hoja de nori. Colocar una tira sobre el arroz y enrollar con la esterilla hasta llegar al extremo de la hoja de nori que no tiene arroz.
3- Presionar ligeramente el rollito con los dedos para darle forma rectangular, cortarlo por la mitad con un cuchillo muy afilado y colocar en una fuente para servir.
Un plato de poca dificultad que seguro apetece en estos días de calor sofocante. ¡Qué aproveche!

Ocean Dome

Dentro de la ciudad de Miyazaki, a orillas del Océano Pacífico, se encuentra el mayor parque acuático cubierto del mundo: el llamado Ocean Dome. Inaugurado en 1993 forma parte de un complejo turístico de nombreSheraton Seagaia Resort. Hoteles, restaurantes, centros comerciales, campos de golf, centros de spa, un acuario, un zoo y el mismo Ocean Dome se concentran en este espectacular resorte, una de las principales atracciones de la ciudad.

El parque acuático cuenta  con una reproducción de un volcán “en permanente erupción”, arena artificial (que no se pega al cuerpo) y una espectacular cubierta retráctil que permite disfrutar del cielo azul incluso en días lluviosos. La temperatura ambiente se mantiene constante alrededor de los 30 grados centígrados y el agua ronda los 28 grados.


Abierto durante todo el año es  la mejor opción para todos aquellos que quieran escapar del bochornoso verano japonés o resguardarse de la estación de lluvias en un entorno paradisíaco.

miércoles, 11 de junio de 2014

Escapada a Yakushima

La oportunidad de hacer turismo por la isla de Kyûshû , las más meridional de las cuatro que forman el archipiélago japonés y característica por sus bellos paisajes naturales. Así pues, durante la Golden Week (del 27 de abril al 6 de mayo) decidí hacer una escapada de tres días a la pequeña isla de Yakushima.


La isla, con forma de pentágono irregular, se encuentra a unos 60 kilómetros de Kagoshima  y, con apenas 15.000 habitantes, Yakushima posee uno de los ecosistemas menos alterados por el hombre hasta el momento. Fauna y flora conviven en armonía con el ser humano, que se ha encargado de proteger este entorno natural desde que llegó a la isla.

A su vez, los frondosos bosques y las transparentes aguas de Yakushima, que sirvieron de inspiración al director Hayao Miyazaki para crear los bellos parajes de La princesa Mononoke, albergan en su interior más de 300 especies autóctonas de plantas y animalesque no han sido catalogadas en ningún otro rincón del planeta. Un hecho que no pasó desapercibido por la Unesco, quién en 1993 declaró parte de la biosfera de la isla Patrimonio de la Humanidad.
Dentro de las especies protegidas por la Unesco se encuentra el llamado Cedro de Yakushima. Un árbol que sólo crece en la isla (a partir de cierta altitud) y que desde hace años se ha convertido en un verdadero reclamo turístico  Miles y miles de japoneses visitan cada año los bosques de Yakushima para contemplar la majestuosidad de estos árboles milenarios. Y, sin lugar a dudas, de entre todos ellos destaca el Cedro Jômon, el más viejo de los Cedros de Yakushima.Los expertos calculan que nació hace más de 2.500 años durante el neolítico japones, también llamado época Jômon y es por eso que recibe este nombre.
                         
 
Para poder ver este ejemplar único, es necesario emprender un largo camino y es que se encuentra situado a gran altitud. 

martes, 10 de junio de 2014

Sakura

Las bajas temperaturas de este año han retrasado la floración del sakura (cerezo). Un hecho que no ha impedido que miles y miles de japoneses, ávidos de gozo, se amontonen por las calles y los templos para contemplar y disfrutar de una de las tradiciones más populares de Japón: el hanami. Del mismo modo y, aprovechando la época de floración del cerezo, algunos escenarios de la ciudad son iluminados por las noches convirtiéndose en una atracción más de la antigua capital imperial.
Aprovechando estos días de reposo antes de empezar las clases he podido volver a uno de los escenarios más fascinantes de Kioto: el templo de Fushimiinari. Dedicado al dios Inariy a sus mensajeros los zorros (kitsune) fue escenario de una de las escenas más memorables de la película Memorias de una Geisha.